jueves, 9 de enero de 2025

Refranes y dichos a San Antón


 El magazín del Sur de León

Redacción 21 de Enero de 2024  https://leonsurdigital.com/art/22384/50-refranes-por-san-anton?fbclid=IwY2xjawHsidtleHRuA2FlbQIxMQABHQiCHgFFMry3g1QAc8Qy2HvhYrbXDS_MPupf0_oSETEHDU-91o0BZ77DTA_aem_L-jvqY43cFi3P5vuEO_Kbw

50 refranes por San Antón

San Antón es santo refranero. En esta fiesta además de las típicas rosquillas no pueden faltar los refranes, elemento indispensable de la sabiduraía popular. A continuación una recopilación de los 50 refranes que no pueden faltar en San Antón.

San Antón es santo refranero. En esta fiesta además de las típicas rosquillas no pueden faltar los refranes, elemento indispensable de la sabiduraía popular. A continuación una recopilación de los 50 refranes que no pueden faltar en San Antón.

1. San Antón, viejo y tristón, convida a las muchachas a la oración 

2. Por San Antón heladura, por San Lorenzo calura 

3 San Antón, viejo y meón, / mete las niñas / en un rincón; / San Sebastián, / mocito y galán, / saca las niñas a pasear 

4. Por San Antón, heladura; por San Lorenzo, caladura 

5. La semana de los Santos barbudos, fríos y vientos 

6. Por San Martino, las nieblas vienen ya de camino; pero San Antón, barre las nieblas a un rincón 

7. San Antón, [/] Viejo y meón, [/] Mete á las viejas en el rincón 

8. Después de San Antón, ninguna niebla llega a las dos 

9. De los Santos frioleros, San Sebastián el primero; detente varón, que el primero es San Antón 

10. Por San Antón, hace un frío de todos los demonios 

11. Por San Antón, la boira en su rincón 

12.Hasta San Antón Pascuas son, y si quieres más, hasta la Virgen de la Paz.

13. Desde San Antón, Carnestolanedas son.

14. En San Antón, dale un tiento al perdigón, si no está, deja la Virgen pasar

15. Por San Antón se acabó el turrón

16. Por San Antón, pierde su gusto el melón

17. Por San Antonio de enero, la mitad del pajar y la mitad del granero

18. Por San Antonio hace un frío del demonio

19. San Antón mete las mozas en un rincón y San Sebastíán las saca a pasear

20. Por San Antón heladura, por San Lorenzo calura

21. San Antón, frío y tristón, barre las nieblas a un rincón

22. San Antón, frío y tristón, mete a los viejos en un rincón

23. Después de San Antón, la niebla no llega a las dos

24. Por San Antón, media hora más de sol

25. Las cinco da con sol, el día de San Antón

26. Por San Antón, las cinco con sol; en Valencia, pero no en Aragón

27. Por San Antón, gallinita pon

28. Por San Antón 'el huevero', pone la gallina hasta el suelo

29. Por San Antón, huevos a montón

30. Por San Antón, las gallinas ponen huevos a montón

31. Para San Antón, busca la perdiz el perdigón

32. Por San Antón, cuelga tu perdigón y si no quiere cantar cuélgalo para San Sebastián

33. En llegando San Antón, pocos cerdos ven el sol

34. Ganado que el lobo ha de llevar ni San Antón lo sabría guardar.

35. En llegando San Antón, a la espalda el perdigón.

36. En llegando a San Antón, la niebla no llega a la postura del sol.

37. Para San Antón, gallinita pon, y para la Candelaria, la buena y la mala.

38. Las cinco dan ya con el sol, el día de San Antón.

39. Las mozas de poco seso, por San Antón empiezan el antruejo, y las de ninguno, el día de ayuno.

40. Por San Antón, alarga el día un paso de ratón, por San Blas, una hora y más.

41. Por San Antón, la gallina pon y si no, retortijón

42. Por San Antón la pita pon; la del rico, que la del pobre no

43. Por San Antón, la gallina por; por Nochebuena la que es buena; por la Candelaria la buena y la mala

44. Por San Antón cada ánsara pon, la que come, que la que non, non

45. Por San Antonio, hace un frío del demonio

46. Por San Antón nublado y por San Juan (24 de junio) despejado

47. Por San Antón de enero, camnina uno más el trajinero

48, San Antón claro, invierno largo; y si está oscuro, más seguro

49. Si sale con barbas San Antón y si no la Purísima Concepción

50. En San Antón, todo animal tiene su pan


San Antón 2025 en León ciudad y provincia

 



Juan Pedro Aparicio leerá las Coplas a San Antón en la tradicional celebración en León

Durante la hoguera, la Asociación San Francisco el Real Extramuros organiza también el sorteo del gochín

https://www.lanuevacronica.com/lnc-culturas/juan-pedro-aparicio-leera-coplas-san-anton-en-tradicional-celebracion-en-leon_168447_102.html?fbclid=IwY2xjawHsiW1leHRuA2FlbQIxMQABHQwo5-e0YjGYIwWrckXpYG_oya2xnk5W-zdvFzsmEPAb5MSuV-HkLSpkdw_aem_e5kOhekUEMjCmh-x4-AhmQ


La Asociación San Francisco el Real Extramuros de la ciudad de León celebrará San Antón en la tarde del sábado 18 y mediodía del domingo 19 de enero.

El sábado 18, a las 20:00 horas, en la acera de Botines, volverá a arder la hoguera, en la que Manu Ferrero echará los Refranes del Santo y Jesús San José, “Sanjo” de La Braña, mantenedor del año anterior, pasará el testigo, “la capa”, a quien en este año nos ofrece el regalo de sus “Coplas a San Antón”: Juan Pedro Aparicio.

Todo estará acompañado de la música y bailes del Colectivo Xeitu, para llegar al sorteo del gochín y los productos donados por establecimientos colaboradores, recogidos por la ciudad en la mañana previa, a son de dulzaina y tamboril, y no faltando los panes, cotinos, y ferbudo que degustar.

Ya el domingo, y en la parroquia de San Marcelo, la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio, antes del inicio de la misa de las 13:00 horas, dará las vueltas a la iglesia con la imagen del Santo y, tras dicha misa, participará en la bendición de mascotas en la que cooperan las Protectoras de Animales y Plantas, acompañados de nuevo por los Refranes tradicionales y el Canto del Ramo.


miércoles, 1 de enero de 2025

Desde la iconografía, algo alrededor de la pequeña esquila de San Antón, en este caso, de mano

 Ya se acerca: 18 días



 .

https://artescolapio.org/pb0059/ 



Contemplamos ahora una nueva representación de San Antón. En esta ocasión, su autor lo ha representado leyendo el Libro Sagrado, en alusión a su permanente dedicación a la oración, y con una campanilla en su mano izquierda, símbolo también frecuentemente a él atribuido por los artistas.  

El origen de este atributo quizás se deba a que cuando en la Europa del siglo XI, se produjo una terrible epidemia de erisipela, que causó gran mortandad, fueron los religiosos de la Orden de los Antonianos quienes se ocuparon de cuidar a los enfermos, quienes anunciaban su llegada haciendo sonar una campana. 

Asimismo, muchos de quienes fueron afectados por la epidemia, dijeron haberse curado invocándose a San Antón, por lo que la enfermedad pasó a denominarse “Fuego de San Antón”.  Aquí se le representa también con manto y capucha de monje, y dibujada una “T” sobre su hombro izquierdo, cuya muy frecuente asociación con el santo, pueda deberse a que en el antiguo Egipto este signo era símbolo de inmortalidad, por lo que fue adoptado –a su vez– cono símbolo de salvación por los cristianos. En cuanto a la técnica pictórica del lienzo, cabe resaltar las formas angulosas con que el artista ha representado el hábito, dotándolo así de apariencia escultórica.





La palabra erisipela deriva del griego ἐρυσίπελας, piel roja. Un nombre que fue usado por los médicos de la antigüedad como Hipócrates, Galeno o Celso, para designar una enfermedad que evidentemente cursaba con enrojecimiento de la piel, pero que no parece corresponder al diagnóstico que realizaríamos actualmente. En una palabra, se referían a una mezcla de diversas enfermedades no bien individualizadas.

Así pues, la enfermedad que hoy conocemos como erisipela fue confundida en la Edad Media con otras afecciones, especialmente con el ergotismo, enfermedad producida por la intoxicación por el cornezuelo de centeno, un hongo parásito de este cereal (Claviceps purpurea), que se presenta con el aspecto de un pequeño cuerno negruzco en las espigas de centeno. Era frecuente que las clases populares consumieran pan de centeno (el pan blanco estaba reservado para los caballeros). La parasitación del centeno debía ser muy extendida en el medievo, y el polvo rojizo resultante de moler los hongos pasaba desapercibido al mezclarse con la harina oscura del centeno. El alcaloide responsable de esta intoxicación era la ergotamina (de la que deriva el ácido lisérgico), que producía alucinaciones, convulsiones y vasoconstricción arterial que podía conducir a la necrosis de los tejidos y a la aparición de gangrena en las extremidades.  Tenemos referencias de diversas epidemias de esta enfermedad, documentadas desde el s. IX al XVII, y que coincidían con malas cosechas y períodos de hambre, en los que los campesinos tenían una deficiente alimentación, probablemente basada solo en algunos mendrugos de pan negro contaminado.
Retablo de San Antonio (fragmento) en el que puede verse un fraile antoniano atendiendo a los enfermos del fuego de San Antonio. MNAC (Barcelona) Foto: X. Sierra.

La enfermedad empezaba con un frío intenso y repentino en todas las extremidades para convertirse después en una sensación de quemazón aguda y por eso era conocida como mal de los ardientes o Fuego de San Antonio. Se podían producir convulsiones y alucinaciones. Muchas víctimas lograban sobrevivir pero quedaban mutiladas: podían llegar a perder una o más extremidades.

El fuego de San Antonio estaba tan extendido que incluso se fundó una orden religiosa, los antonianos, los monjes de la Tau azul (el símbolo de San Antonio), que estaban dedicados a atender este tipo de enfermos. Los enfermos acudían en peregrinación a la abadía de San Antonio, en Saint-Antoine-l'Abbaye, cerca de Grenoble (Francia) donde se conservaban las reliquias de este santo, con la esperanza de ser curados. Los monjes, tras los ritos religiosos pertinentes, lavaban a los enfermos y los alimentaban adecuadamente. Al parecer, algunos de ellos conseguían curarse, al mejorar su dieta y evitar el centeno parasitado. El Hospital de la Orden de San Antonio de Viena, ya bien avanzado el siglo XVII, poseía una abundante colección de miembros, unos blanqueados y otros ennegrecidos, recuerdo de los enfermos que ahí habían recibido asistencia.